La alegría nace en ti, no en lo que sucede afuera

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Siempre he dicho que una de las cosas que más me gusta de la Navidad y de estas épocas del año es que las personas se permiten espacios de conexión profunda con sus seres queridos. Son momentos donde surgen oportunidades para la reflexión, la gratitud, el cierre de ciclos y la preparación del corazón para un nuevo comienzo.

Por todos lados hay reuniones familiares, encuentros con amigos, y un sentimiento nostálgico que nos permite reconectar con vivencias pasadas y con seres queridos que ya no están. La Navidad toca fibras sensibles: nos invita a mirar el año que termina, a recordar momentos difíciles y dolorosos, a agradecer sus aprendizajes y a celebrar que ciertos capítulos finalmente llegan a su fin.

A ti que me has acompañado leyendo todo este año, quiero compartir algunas recomendaciones para que vivas estas fechas más conectado que nunca con tu parte espiritual y puedas obtener el mayor crecimiento interno posible.

Es importante cerrar, sanar y dejar ir sentimientos, experiencias y relaciones que quedaron atrás en este año. Para esto, te propongo cinco prácticas poderosas:

1. Cierra el año desde el amor Escribe y despídete de lo que ya no te sirve. Haz espacio para la luz que viene y plasma en papel lo que deseas lograr. Este acto sencillo pero consciente abre la puerta a nuevas oportunidades y energías positivas.

2. Agradece las lecciones profundas Reflexiona sobre los aprendizajes y bendiciones del año, incluso en los momentos difíciles. Todo lo que vivimos fortalece el alma. A mí siempre me ayuda escribirlo, pero si prefieres visualizarlo o hacer un mindfulness de estas experiencias, también es perfecto. Lo importante es reconocer y agradecer cada enseñanza.

3. Prepara tu corazón para recibir el 2026 Deja entrar al nuevo año con intención, esperanza y amor. Suelta el miedo, la victimización y lo que no te sirve en todos los ámbitos de tu vida: personal, físico, familiar, social, profesional, económico, espiritual, intelectual y recreativo. Enfócate en lo que construye y deja ir lo que destruye.

4. Ritualiza la transformación Haz alguna práctica espiritual sencilla durante estos días: medita, escribe tus intenciones, conéctate con la naturaleza o enciende una vela con gratitud. Recuerda que el sentimiento más elevado que existe es el amor, y el agradecimiento es su expresión más pura. Cómo cierres este año definirá cómo entrarás en el siguiente.

5. Conéctate con tu luz interior en medio del movimiento Incluso en medio del ajetreo de las fiestas, mantén la calma y la alegría auténtica. Observa qué situaciones te sacan de tu centro y anótalas para trabajarlas durante el año. No permitas que nada ni nadie defina cómo quieres vivir esta época. La alegría nace en ti, no en lo que sucede afuera.

Si algo de lo que estás viviendo estos días te quita la alegría que deseas, subráyalo en tu lista de pendientes espirituales y dale vuelta a la página. Centra tu energía en lo que sí te nutre y construye los momentos inolvidables que has estado imaginando.

Recuerda: todo empieza con una decisión tuya sobre cómo quieres vivir lo que estás viviendo.

¡Feliz Navidad y próspero 2026! ✨

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